Personas

Reconozco que no tiene que ser nada fácil preguntar sobre mi enfermedad. Ante un problema tan grande no es sencillo saber cómo puedo estar.

Durante este tiempo, muchas personas que consideraba cercanas, han desaparecido. Quizás, esto haya sido por lo que comentaba al principio, no saber si al preguntarme iban a hacer que estuviese peor… O simplemente, no lo eran.

Una sensación que he tenido durante este tiempo, es la poca empatía que existe hoy en día en la sociedad, parece que cada persona va a lo suyo, cada vez somos más independientes y mostramos menos empatía con el resto de las personas.

También, parece que las redes sociales, que se supone que estaban creadas para unirnos, hacen que nos separemos cada vez más.

Y es que, una de las cosas que me preocupaba mucho al principio, como ya dije anteriormente, es que la gente no supiese lo que me estaba pasando, que yo fuese por la calle y no les saludase, que no hablase con ciertas personas porque no era capaz de saber quiénes eran, y de hecho, una de las cosas que hice al principio, es  decírselo a todo el mundo que estaba a mi alcance, que supiesen los problemas que tenía mi enfermedad, lo que me estaba pasando…Pedí a algunos amigos que lo comentasen en su entorno, para que más gente estuviese al tanto.

Al igual que os he dicho que ha desaparecido gente, gratamente me he sorprendido de la gente que ha “aparecido”.

Y luego, ni que decir tiene, las personas que siempre están ahí. En mi caso particular, no sabéis lo que he agradecido que me hayáis escrito, que me hayáis llamado, que hayáis tomado un café conmigo, y sobre todo la gente que se ha molestado en venir a verme.

 Estaré eternamente en deuda con vosotros.

El proceso de esta enfermedad es muy largo e intento adaptarme lo más rápido y mejor posible. Intentando integrarme y participar en los diferentes grupos en los que estoy, sin quedarme aislado, algo para nada sencillo, ya que no soy capaz de identificaros y no soy capaz de poner cara a cada uno de vosotros.

Por poneros un ejemplo, cuando me saludáis y no me decís quién sois, tardo un tiempo en poder saber quiénes sois, hasta que no pasa ese tiempo no estoy cómodo ya que no sé quién me está hablando. Hay voces que son muy particulares, que logro identificar con rapidez, pero hay algunas que se parecen mucho, y no es sencillo saber quiénes están cerca de mí. Habitualmente tengo que pedir que me digan cuántas personas hay, quién está cerca o quién no, o lo que está pasando… Y es que una de las consecuencias de esta enfermedad, es que aísla.

 Y os voy a ser sinceros, odio cuando alguna persona me hace el juego de adivinar, es decir, empezar a hablarme y decirme, pero ¿no sabes quién soy? o ¿pero no sabes quién es?  ¡Pues no! no lo sé.

Y al igual que os digo que yo me he tenido que ir adaptando, y que continúo en ello, noto que vosotros también os habéis adaptado a mi nueva situación. Y amigos que por ejemplo he quedado varias veces a tomar cafés con ellos, saben cómo poder actuar conmigo, no es igual cuando quedaron la primera vez a cuando están quedando ahora, saben cómo manejarme por los bares, por las calles, o con los obstáculos que nos podamos encontrar.

Por todo ello, no solo conmigo y con mi experiencia, os invito a que si tenéis a alguien cercano, y dudáis de si escribirle o no, HACERLO .

Si realmente os importa, hacerlo , el no, ya lo tenéis y muy probablemente ayudéis más de lo que pensáis.

Muchas gracias por leerme.

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5 comentarios sobre “Personas

  1. Hola David! Bueno, después de leerte y , a buenas horas, dirás, te explico que soy Margarita, la amiga de tu madre, ya sabes, de las curriculares. Siempre he pensado que por el correo lo sabrías, pero ahora, me ha entrado la duda y te lo digo. Perdona.
    La verdad es que sí que es difícil al principio para los que nunca hemos tenido relación con una persona ciega, pero, creo que si ponemos un poco de atención nos acostumbrariamos pronto, como a todo. Tú si que tienes mérito y encima tienes que enseñarnos a los demás. Pero que sepas que te lo agradecemos mucho. Todos tenemos que adaptarnos y aprender. Y aprender siempre es bueno.
    Fuiste un niño muy rico y ahora eres un hombre admirable.
    Yo tengo temporadas que no estoy muy bien, tengo depresión crónica recurrente, y me acuerdo de ti y me sirves de ejemplo.
    Quiero darte las gracias por enseñarnos
    Por comprender nuestra ignorancia a veces y por ser como eres.
    Un abrazo muy, muy fuerte.

  2. Hola David:Soy Maite., hay personas que han desaparecido de tu vida pero son muchas más las que te quieren y siempre van a estar a tu lado aunque no siempre sepamos cómo ayudar. Sigue luchando y confía en la ciencia que está consiguiendo muchos avances. Un abrazo muy grande

  3. Pues tienes toda la razón, es tan importante la empatía que gracias a tenerla (o no) las relaciones personales funcionan (o no).
    Hay que saber ponerse en la piel del otro y es por ello que cuando te leo sufro pero “bien” porque ayudas a entender cómo estás y cómo actuar.
    Gracias por seguir escribiendo.

  4. Y qué razón tienes David, muchas veces nos dejamos llevar por la vorágine del día a día y nos olvidamos de la gente, de cómo estarán, y a veces con hola, como va el día? Basta. Un abrazo y sigue así…

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