Esta es sin duda una de las preguntas que más me hace la gente.
Como comprenderéis, esto depende mucho del momento en el que me la hayan hecho.
Sin embargo, voy a intentar explicaros lo que a día de hoy puedo ver.
Dividamos mi campo visual en dos partes, la zona central y la periferia.
En esta primera zona y en ambos ojos, no existe nada para mí, está todo borroso y no logro ver nada.
Por tanto, donde quiera que ponga el foco, no logro ver.
Sin embargo, en la periferia sí que conservo algo de resto visual, que me permite distinguir elementos o algunas sombras.
Esto no quiere decir que la visión periférica sea perfecta, sino que le invade una continua niebla que hace que lo vea todo borroso.
Uno de los factores que más me afecta es la cantidad de luz, en un día soleado me encuentro peor, en cambio, si el día es nublado puedo intuir un poco más y me encuentro mejor.
Es por ello que, por las noches, al existir más contrastes, puedo desenvolverme algo mejor.
Sin duda, donde peor me encuentro, es cuando tengo que adaptar rápidamente mi visión, en esos cambios de luz de claroscuro voy completamente ciego. Por ejemplo, cuando pasas en una zona arbolada donde ciertos rayos de sol pasan a través de las hojas.
¿Y los colores?
Pues bien, he perdido toda la gama de colores, salvo los grises, blancos, negros y por sorprendente que parezca, veo un tipo de azul eléctrico.
Y este azul, como es el del logo de Ikea, me hace mucho daño, es como si estuviese encendido, como si con una linterna a su máxima potencia, me la estuvieran poniendo delante de los ojos.
Por ejemplo, veo blanco los tonos rosas, rojos, amarillos…y lo colores fríos como el marrón o verdes los veo negros
Y os preguntaréis si puedo identificar a las personas y si puedo ver sus caras.
Por desgracia, es imposible.
Al finalizar el día, hay algunas ocasiones en la que en las caras veo como si fuese un círculo negro, es bastante extraño y me temo que puede ser porque mi vista ya está bastante cansada.
Toda esta pérdida de visión ha sido de manera progresiva, imaginad lo que supone para mí perder un 1% de la visión, es muchísimo.
Dada mi situación, tengo que jugar mucho con los contrastes, por ejemplo, si la comida es clara, como sobre plato negro, los vasos los tenemos azules y gruesos ( asi los tiro menos).
Si sobre una silla negra te sientas y vas con colores oscuros, para mí no existes.
En otro post os cuento más trucos de mi día a día.
Muchas veces tengo cosas delante de las narices que no logro ver, no solo no identificarlas, si no que no logro verlas.
Por poneros un ejemplo muy rápido, cuando voy por la calle, no logro identificar a nadie y si me saludas y te vas no voy a saber quién ha sido.
Por tanto, si me ves, me tendrás que parar y saludar, eso sí, tendrás que decirme quién eres primero.
No todo va a ser malo, ahora presto más atención a otros sentidos y me doy cuenta de cosas que muchas veces pasan inadvertidas, ya entraremos mas en detalles, per, por poner un un ejemplo rápido, puedo ubicarme al pasar delante de una librería (del centro de mi ciudad y sabiendo más o menos por donde ando) si tienen las puertas abiertas y noto el olor a libro.
Y después de un corto verano…volvemos.
Gracias por leerme.
Gracias a ti por abrirnos tu mundo, David. Mucho ánimo y un fuerte abrazo
Ánimo, David.
Tus vivencias ayudan a los demás. Sigue compartiendo.
Madre mía!!!
Que bien lo explicas!
Ya te echábamos de menos.,.gracias por contarnos tus experiencias. Un abrazo 😘
Me quedo con ganas de seguir leyendo… Esperaré
Qué difícil!! Pero te mando mucho ánimo. Y un abrazo muy fuerte.
Hola David!!
No nos conocemos por el momento, me ha pasado mi hermano el enlace, para que te leyera.
Acabo de leer todos tus relatos y darte las gracias por compartir.
Tu nueva vida, ha dado un giro inesperado, pero seguro que conseguirás grandes retos y estará lleno de cosas increíbles para ti y los tuyos.
Un abrazo