Sueños

Muy raras veces he tenido problemas para poder conciliar el sueño y desde que debuté en la enfermedad no ha sido una excepción.

Llego tan cansado al final del día que caigo rendido.

Estar pendiente de no chocar con nada, de no tropezarme y en una continua situación de alerta, hace que al llegar la noche no tarde nada en quedarme dormido.

No soy especialista en interpretar los sueños y por lo general, no suelo recordar sobre que tratan, sin embargo, desde hace algún tiempo hay algo que se repite y de lo que sí que me puedo acordar.

La historia se desarrolla de manera normal, muchas veces de forma surrealista, pero lo que cambia todo, es que hay un determinado momento en el que me doy cuenta de que ya no veo bien.

Por poner un ejemplo, puesto que me gusta mucho viajar, si estoy caminando de visita por una ciudad o simplemente estoy viendo un paisaje, de repente algo cambia.

Es como si mi cerebro dijese:

-¡Ey! ¡Esto ya no es así y tú no ves de esta forma!

Y a partir de este momento el sueño puede tomar dos rumbos diferentes.

En la primera opción mi sueño cambia totalmente adaptándose a mi nueva forma de visión, en muchos momentos me tienen que guiar o voy con el bastón y necesito de terceras personas para que me describan lo que está frente a mí.

La interacción con el sitio, con la gente, con el entorno, cambia totalmente y de ahí en adelante se adapta a esta nueva realidad.

En la segunda opción de continuación de mi sueño, me he curado y vuelvo a ver bien.

Me invade una sensación de tener que disfrutar el momento, cierta ansiedad de no tener que dejar escapar ni un segundo y una sensación constante de no perderme nada.

Lo malo de este segundo tipo de sueño es que, más tarde o más temprano hay que despertarse y volver a la realidad.

Gracias por leerme.

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8 comentarios sobre “Sueños

  1. !cuántos sueños rotos!
    Pero serás capaz de imaginar nuevos sueños que te lleve a una vida mágica y plena.
    Cada publicación es más emocionante que las anteriores.
    Muchas gracias por lo fácil q lo pones todo. Me emociono mucho.

  2. Gracias a ti, David, por permitirme entrar un poquito en tus sensaciones. Lo que leo es como si me lo escribieses a mi.
    Siempre siempre vuelve la realidad, traes a mi madre en el recuerdo.
    Continúa compartiendo, muchas gracias.
    Un abrazo
    Inmaculada

  3. David, te seguimos en la distancia con todo el cariño que siempre hemos tenido por ti y por tu familia. No sabes cómo me alegro de que puedas expresar todo esto que está pasando. Es algo bueno para ti y para otros que estando en la misma situación, no pueden hacerlo.
    Ya se, que por ello, no es menos duro. La vida nos depara cosas, que no entraban en nuestros planes, y lo difícil es saber torearlas con el valor que tú al menos estás demostrando.
    Te acompañare leyendo tus reflexiones, y con lo que necesites de mi, y de esta familia que te quiere un montón.
    Ya sé que es fácil decirlo desde esta posición, pero mucho ánimo, valiente.

  4. Como dice tú estado de wasap ‘Por el bulevar de los sueños rotos”, pero estoy segura que algo bueno tiene que suceder, para que los sueños vuelvan a ser realidad y te vamos a seguir ayudando para que no se rompan más. No me puedo emocionar más. Te quiero demasiado.

  5. David, comunicas con precisión esos instantes de rabia, confusión e impotencia que se sienten en momentos muy duros y difíciles.
    Ánimo, sigue con esta estupenda labor de comunicación.
    Un abrazo

  6. Me ha llamado mucho la atención esta entrada. Hace poco caí en la cuenta de que cuando sueño escucho perfectamente. Supongo que será porque la pérdida de audición es reciente y no es comparable a tu pérdida de visión, que ha sido más aguda.

    Todavía no he tenido sueños en los que el sentido que funciona mal también lo hace en ellos.

    (Soy ciego de nacimiento y recientemente he perdido parte de audición)

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