En los momentos de mayor impotencia es cuando he sufrido más rabia, cuando necesitas que te ayuden o cuando no tienes esa independencia que antes sí tenías.
Un día realmente difícil para mí y que noté fuertemente este sentimiento, fue cuando me vi obligado a coger la baja laboral.
Trabajaba en una empresa que tenía las oficinas en el centro de Madrid y aunque algunos días podía teletrabajar desde casa para evitar el viaje, ese día tenía que acudir porque tenía varias reuniones.
El trayecto era sencillo, ya me había acostumbrado a ir dando un paseo hasta la estación de tren. Tenía que coger un Ave y en poco tiempo estaba en la capital, para una vez allí, hacer un transbordo hacia el cercanías y tras unas cuantas paradas bajarme muy cerca de la oficina.
Recuerdo el viaje con gran incertidumbre y miedo por no saber qué pasaría en un futuro, no paraba de dar vueltas en la cabeza sobre sí podría trabajar de manera normal.
Pero nada más llegar, me di un tremendo golpe de realidad al tener que ir a validar un billete a una máquina expendedora y no ser, ni siquiera, capaz de poder ver la pantalla para poder seleccionar lo que necesitaba.
Este fue el primer momento en el que tuve que necesitar ayuda de una persona que no fuese cercana a mí.
Por suerte me sabía las vías de los cercanías y por donde iban, ya que siempre eran las mismas y me fiaba de la megafonía para saber en qué parada estaba.
El resto del día fue una continuación y confirmación de lo que me estaba pasando, incapaz de ver la pantalla del ordenador o de leer cualquier tipo de manual e incluso no poder ver la carta del menú del restaurante para ir a comer.
Y el último golpe me lo lleve al no poder ver el horario del tren de vuelta en los paneles informativos, tener que fiarme de las locuciones de la estación y ayudándome de la gente.
Al llegar a casa estaba muy cansado, de todo el estrés y cansancio del día que había tenido y sobre todo con mucha rabia de no haber podido hacer algo que había hecho ya tantas veces.
Impotente de no hacer todo por mí mismo.
Había sufrido ya, anterior a todo esto, varios momentos puntuales con mucha impotencia, como por ejemplo, intentar comer pescado y no ver las espinas o llevarme el tenedor vacío a la boca unas cuantas veces. Pero nunca habían sido tantas en tan poco tiempo y en las que la sensación era de:
Se acabó, estoy enfermo, esto me va más y no tengo ni idea de cómo voy a estar…
Por cierto ¿sabéis lo ricas que están las pegatinas de la fruta? Aún a día de hoy, comer es de las cosas que más difícil me resulta, ya os contaré más adelante.
A partir de aquí y a medida que ha ido avanzando la enfermedad, estos momentos se han ido multiplicando.
Que se te caiga algo y no puedas encontrarlo, que no seas capaz de diferenciar la ropa que te pones, que necesites ayuda para poder cocinar o lo que ha sido para mí uno de los momentos más dolorosos, darte cuenta que ya no vas a poder conducir.
Otro momento muy duro y seguido a este anterior fue cuando tuve que ir a hacer el examen de inglés de la escuela de idiomas, era el último examen para obtener la certificación, esta prueba está formada por varias partes: lectura, listening, prueba oral, mediación…
Ya había hablado con el departamento de adaptación para explicarles mi problema, hicieron todo lo posible y me adaptaron la parte más problemática, que era la lectura de un texto que ocupaba algo más de media hoja y me lo ampliaron a casi 5 hojas.
Recuerdo que los días previos al examen, mi familia me preguntaba si estaba seguro de si quería ir, pensando en lo duro que podría ser para mi si no llegaba a ver bien o a escribir correctamente.
Y me senté en la clase, delante del examen, cogí los folios e intenté leer lo que había…a los 5 minutos estaba fuera con toda la rabia e impotencia del mundo sin haber podido, ni si quiera, poner mi nombre.
Ahora es un reto que tengo en mente hacer, para poder tener el certificado que quedó pendiente
Creo que, en estos momentos de gran impotencia, lo mejor es respirar profundo, tener paciencia y sobre todo pensar bien las cosas.
No es tan solo resignarte, sino intentar calmarte y buscar una posible solución y si finalmente no logras encontrarla, intentar aceptarlo de la mejor manera posible y saber que siempre contarás con ayuda de alguna persona.
Gracias por leerme.
Cada día me sorprende más tu fortaleza.
Gracias, hijo.
Sí ,David, respirar hondo y pensando bien en las soluciones a futuro. Seguro que las encontrarás. Ánimo
Impresionante David, yo estaré siempre ahí, por si en algún momento me necesitas.
Un abrazo
Caída eres más grande no cambies.
Nunca estarás solo
Un beso.
Ánimo David, mucha fuerza
Gracias por contarnos tu experiencia y mucha fuerza con todo! Tienes una gran familia dispuesta a ayudarte y unos vecinos muy pendientes de ti .
Un beso muy fuerte ! Y todo el ánimo del mundo !!!!!
No hay palabras,David .
No las encuentro.
Te quiero mucho
Valiente.
Tú rabia, !es la rabia de todos los que te queremos y sabemos cómo eres!… no te lo mereces. Pero a tú lado siempre.
La resiliencia es la capacidad de hacer frente a las adversidades de la vida y transformar ese dolor en fuerza para superarse y salir fortalecido. A ti esto te sobra. Conseguirás ese certificado de inglés, estoy segura. La vida no te lo ha puesto fácil pero nos tienes a todos a tu lado. Un beso enorme.
Cada día te admiro y te quiero más
Es impresionante David, todo lo que cuentas, toda nuestra admiración por cómo lo estás afrontando y por tu fuerza de voluntad . Mucho ánimo para ti y toda tu familia
Muchas gracias David por compartir tu experiencia y emociones con quienes no valoramos cada día que si el sol la naturaleza y nuestra gente están ahí y que somos muy afortunados. Dicen que la vida es caer y levantarse pero “joder” que difícil desde una caída tan profunda.Dice Trías que ‘en esta vida hay que morir varias veces para después renacer. Y las crisis aunque atemorizan, nos sirven para cancelar una época e inaugurar otra”. Respira, coge aire, cáete y levántate porque de tu mano va mucha gente. Gracias a Paula tu madre por ser una mujer admirable y darme a conocer tu blog. Y por supuesto a ti por pellizcarme para valorar lo que tengo.
Hoy tu historia me ha emocionado muchisimo.Varias veces lo tuve que leer para llegar al final. Pienso que es imposible
imaginarse esas sensaciones hasta que de verdad te lo cuentan y mas todavia cuando viene de una persona tan cercana y querida. Toda esa rabia que llevas dentro la tienes que sacar fuera . Por eso conseguirás llegar lejos y este examen como todos los que te esperan los aprobaras .
Je n’ai pas pu retenir mes larmes, des larmes de tristesse de connaître tes épreuves douloureuses ; des larmes d’émotions et d’admiration face à ta force de rebondir et ton humour .
Force à toi