Mi debut , Parte 1

Desde muy pequeño me he realizado pruebas oftalmológicas para comprobar que todo iba bien.

Una vez al año me realizaban campo visual, miraban la tensión ocular y las típicas pruebas para comprobar la agudeza y destreza visual y nunca había tenido ningún problema, salvo una pequeña miopía que me hacía llevar gafas para ver de lejos, pero nada importante y todo dentro de la normalidad.

El miedo de padecer la enfermedad siempre estaba ahí, pero lo veíamos un tanto lejos, ya que por la rama de mi abuela materna no se habían producido casos.

No teníamos una relación muy estrecha con otras partes de la familia y es por ello, que como indicaba no lo veíamos como una opción posible.

Si no recuerdo mal, pasados los 25 años, me indicaron que podía estar tranquilo, ya que era muy difícil que a partir de esa edad pudiese debutar, puesto que, tendrían que haber visto alguna anomalía en las pruebas.

Pues bien, el año 2022 sería muy diferente.

En mayo, al poco tiempo de pasar la revisión anual, donde no había existido ningún problema y todo estaba bien, empecé a notar una pequeña mancha borrosa en el ojo izquierdo, que me impedía enfocar de manera correcta.   

Para hacerse una idea, la sensación era muy parecida a como cuando se te mete una pequeña pelusa en el ojo, las típicas blancas que no te dejan ver bien.

Pasaron unos días y en vista de que no se me pasaba, acudí a la clínica de nuevo para que me pudiesen volver a valorar, en una primera exploración se extrañaron mucho de que no pudiese ver alguna letra y parte de la pizarra. 

Una vez en consulta, con el mismo oftalmólogo de veces anteriores, me realizó todo tipo de pruebas con todo tipo de máquinas y finalmente dictaminó que me tenían que hacer una resonancia magnética craneal, porque creía que podía ser algo más interno, ya que a nivel óptico todo lo veía bien.

Ya veis, que aun teniendo mi historial sabiendo de la enfermedad de la neuropatía óptica de Leber que existía en mi familia, no fue capaz de identificarla.

Y aquí me gustaría hacer un pequeño inciso.

Muchos profesionales, a día de hoy, no son capaces de identificar la neuropatía, ya que es una enfermedad categorizada como rara y en ocasiones se confunde con otras patologías y además resulta especialmente grave en esta ocasión, ya que existía información previa.

Me acuerdo que, al salir, tuve la sensación de que podría tener algo grave a nivel cerebral, como un tumor y también recuerdo que en ningún momento tuve la sensación de que pudiese ser Leber, puesto que como he dicho antes se supone que ya había pasado el periodo donde podría debutar y hasta ese momento no desarrollé síntomas y me aseguraron varias veces que no habían visto nada qué indicase que pudiese serlo.

Recuerdo como si fuese ayer ese camino de vuelta, se me pasaron por la cabeza millones de cosas y al llegar a casa y encontrarme con mi mujer, la abrace y me eche a llorar.

Algo me estaba pasando y no sabía que era.

A la siguiente semana, ahí me teníais a las once de la noche, haciéndome una resonancia, teniendo el resultado en el momento y al día siguiente de nuevo en el médico para que lo pudiese revisar.

La prueba no fue concluyente y aunque parecía que todo estaba bien, había un pequeño detalle que querían volver a comprobar, tras revisar de nuevo las pruebas me indicaron que lo mejor sería, ser derivado a la seguridad social, dónde tenía mejores máquinas y me podían realizar una prueba que pudiese orientarles y decirles de una manera más clara que es lo que me estaba pasando, los potenciales evocados.

Ya en la seguridad social, contra todo pronóstico, me llamaron muy pronto para la primera consulta oftalmológica, de nuevo me hicieron todas las pruebas que ya me habían hecho, incluido un escáner mucho más completo.

Todo continuaba “bien” incluida la resonancia magnética (valorada por el neurocirujano) y por tanto no quedaba otra que esperar a la prueba definitiva, que les pudiese sacar de dudas para darme un diagnóstico.

Intenté que me adelantasen, en la medida de lo posible, la fecha de esta importante prueba, pero me dijeron que no era posible y que tampoco creían que fuese urgente, porque pensaban que podía ser un problema en mi retina.

En fin, no me daban otra opción que esperar.

Yo seguía viendo mal de mi ojo izquierdo, la mancha había crecido y decidí no quedarme parado esperando, por tanto, solicité una cita para ir a la Clínica de la Universidad de Navarra.

A partir de este momento, fue como si se abriese un nuevo camino.

Y hasta aquí esta primera entrega.

En la segunda, os explicaré cómo continúa y como finalmente logran dar con lo que me ocurre.

Muchas gracias por leerme.

 

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21 comentarios sobre “Mi debut , Parte 1

  1. Gracias por contarnos tu experiencia de cerca, ojalá se avance en investigación. Eres un valiente, mucho ánimo a tope a por cada día 💪🏾

  2. Gracias por compartir tu vida con los demás, eres muy generoso. Tu experiencia ayudará a mucha gente. Te admiro por tu valentía y tu coraje. A seguir luchando y disfrutando de lo bueno que te rodea. Un beso enorme,

    Tu amiga más vieja

  3. Primo , eres un ejemplo a seguir de optimismo y afàn de lucha.
    Nos enseñas tanto cada día….
    Sigue luchando campeòn por tí, por todos los que te rodean y por tanta gente que sintièndose perdida te lean y encuentren un rayo de luz…

  4. Por lo que estás demostrando, sobre todo a los que más te queremos, por tu fuerza y por esos momentos que sufres en silencio sin querer que los que estamos alrededor suframos por ti…nos enseñas como eres y sobretodo a los que más te apoyan tu mujer, padres y Erik grandes personas.
    Sigue así con está lucha, no estás solo.
    Te queremos.

  5. Muchas gracias David por compartir tu experiencia. Puede ayudar a otras personas a comprender esta enfermedad y su diagnostico. Un fuerte abrazo.

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